Es frecuente que niños y adolescentes con TDAH presenten irregularidades en el dormir. Investigadores del Hospital de Cincinnati han estudiado en adolescentes TDAH las diferencias que se podían observar durmiendo 6.5 horas o 9.5 horas durante 1 semana. Con el horario de 6.5 horas aparecía somnolencia y aumentaban inatención, lentitud en los rendimientos y oposicionismo. Al contrario, al aumentar el tiempo de sueño mejoraba el funcionamiento relacionado con la atención y se reducían los problemas de comportamiento. La supervisión del sueño es bastante importante en el TDAH.
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