La Adicción, según la OMS, es una enfermedad física y psicoemocional que crea dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación.

Las adicciones son un grave problema de salud mental. Hay que valorar el riesgo y el daño en función de cada sustancia y / o comportamiento, teniendo en cuenta las características personales de cada individuo.

Las causas de las adicciones son múltiples y difíciles de aislar individualmente. Hay que tener presente que hay muchos factores que intervienen en el inicio y mantenimiento de esta conducta adictiva, y pueden variar según la edad. Entre estos factores encontramos la vulnerabilidad genética, factores ambientales y sociales, etc.

Tipos de adicciones

Adicción a sustancias: droga es cualquier sustancia tóxica que puede modificar una o varias funciones del organismo, alterando pensamientos, emociones, percepciones o conducta. La Adicción comienza cuando el uso de una determinada sustancia es regular, altera la vida cotidiana de quien la consume, y la abstinencia es difícil o imposible.

Adicción a nuevas tecnologías: se habla de adicción a internet, el móvil o en las redes sociales cuando esta actividad distorsiona las tareas habituales de la persona, causa malestar y afecta las relaciones con la familia y el entorno.

En adolescentes

Hoy en día, los jóvenes están sometidos a una gran influencia cultural y social tan sobre el uso de sustancias tóxicas (drogas) y si éste es o no es aceptable, así como sobre el uso de las redes sociales. Aún no se ha determinado cuál o cuáles factores son claves a la hora de desarrollar una adicción, pero a menudo se observa una combinación de los mismos.

Si bien las adicciones afectan tanto adolescentes como adultos, es importante recordar que las causas y las consecuencias son diferentes en ambos grupos de edad.

En adolescentes, las consecuencias se asocian a muchos aspectos de su vida, y son muy diversas. En cuanto a salud, se pueden ver afectados por otras enfermedades, así como para problemas médicos y psicológicos. Socialmente, tanto las relaciones familiares como las amistades pueden verse truncadas. Es común que el consumo se inicie en un entorno social nuevo, al tiempo estas nuevas relaciones pueden mantener y hacer adictiva la conducta problemática. El adolescente puede aislarse de su entorno habitual voluntariamente o como consecuencia de esta conducta y del rechazo de los amigos y compañeros. Asimismo, académicamente, las consecuencias pueden suponer una alteración de su rendimiento respecto a los estudios, que podría concluir con el abandono escolar. Finalmente, es importante saber que para mantener la conducta adictiva se necesita dinero, y se pueden destinar sus recursos exclusivamente al mantenimiento del consumo. En casos más graves, se pueden dar hurtos.