A menudo niños y adolescentes  presentan conductes que pueden ser disruptivas y que alteran un correcto funcionamiento familiar. Estos comportamientos se sitúan en un intervalo que va de la normalidad a la patología.

Se considera normalidad comportamientos como pataletas, desobediencia, falta de hábitos de autonomía, que en  función de la frecuencia o intensidad con que se presenten hablaremos,  de menor o mayor gravedad.

Como patología nos referimos a:

Trastorno de conducta: Se trata de un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que no se respetan los derechos básicos de los demás ni las normas sociales propias de la edad.

Trastorno negativista desafiante: Se trata de un patrón frecuente y persistente de enfado /irritabilidad y discusiones/actitudes desafiantes o vengativas.